Topo Topín Topero
Adaptación de un dibujo animado checo

Había una vez un topo que vivía en el bosque. Era pequeño y de pelo suave.
Tenía su nido en la tierra y los ojos adormilados. Se llamaba Topo Topín Topero.
Se le pasaba el tiempo haciendo hoyos, buscando hormigas y grillos para comer, durmiendo.

Pero una noche ... le ocurrió algo nuevo; en la puerta de su topera cayó una estrella del cielo. Topo Topín miró al cielo y puesto de puntillas, la soltó. La estrella resbaló y volvió a caerse. Topo Topín Topero suspiró.

Topo Topín quiso probarlo otra vez. Buscó algo para subirse. Puso en el suelo una piedra, encima un tronco, encima una seta. ¿Qué pasó? Esta vez cayeron los dos.
Necesitaban ayuda. Quizás las ranas sabrían ... Las ranas lo probaron. Una rana, otra rana encima, otra rana más arriba; despacio, despacio, la dejaron ... En un momento volvió la estrella al suelo. Topo Topín Topero protestó.

De un árbol llegó un pájaro. Llevaba traje blanco y chaqueta negra: por allí asomaban las puntas blancas. Se llamaba Urraca y urraca era. Le dijo al topo:
- Dame eso que brilla, yo lo pondré en su sitio.
Y Urraca voló a su árbol, con la estrella en el pico, y la dejó ... la dejó en su nido.

Topo Topín Topero buscaba la estrella. No estaba en el cielo, no estaba en el suelo.
- Urraca, ¿dónde estás?, ¿dónde la has dejado?, gritó el topo enfadado.
El pájaro volaba muy lejos.

Topo Topín subió a lo alto del árbol y llegó al nido. Allí, en el fondo, brillaba la estrella. La cogió. No sabía qué hacer. Se puso a llorar como lo hace un niño pequeño, pequeño.

La luna lo estaba mirando, la luna lo fue a consolar.
En uno de sus cuernos, coge al pequeño topo que deja de llorar.
En un hueco del cielo, dejan la estrella, que muy poquito a poco se queda quieta.

Ya están en el cielo, la luna y las estrellas; y un topo en su topera; y las ranas en el agua, y Urraca ... ¡quién sabe dónde está Urraca!