Las palabras mágicas

Un cuento de E.P.R
para CuentosJunior.com ©2010

Había una vez un niño que paseando por el bosque se encontró con un gran árbol.

Era un árbol especial pues destacaba entre el resto de los árboles por sus grandes hojas, por sus fuertes ramas, por su gran tronco pero sobre todo se diferenciaba entre ellos pues en una de sus ramas había un extraño pájaro que al ver al niño acercarse empezó a cantar con voz muy fina:

"Estoy en un árbol,
un árbol muy especial,
un árbol encantado
y para comprobarlo
las palabras mágicas
debes pronunciar,
prueba y ya verás,
la magia vivirás"

El niño sorprendido escuchó con atención el canto del pájaro y pensó que valía la pena probar.

Pensando en todos los cuentos que le habían contado desde muy pequeño fue recordando todas las palabras mágicas que conocía.

Empezó con la primera por orden alfabético: "Abracadara" dijo con voz fuerte y clara.
Esperó unos instantes pero el árbol no experimentó ningún cambio.
El pájaro seguía cantando " ... las palabras mágicas, pruébalo y ya verás, la magia vivirás".

Así pues siguió probando con las palabras mágicas, cada vez más extrañas y complicadas, una por una, pero ninguna de ellas funcionaba.

El niño estaba ya desesperado ... Como podía ser que ninguna de esas muchas palabras mágicas fuera correcta.

De repente recordó que sus abuelos le decían siempre que la vida es mejor cuando se dicen las palabras mágicas, cuando las cosas se piden "Por favor" y se dan las "Gracias" educadamente.

No se lo podía creer ..., podría ser que las palabras mágicas del árbol fueran "Por favor" y "Gracias"?

- árbol mágico me enseña su magia, por favor.

En aquel mismo instante en el gran tronco del árbol apareció por arte de magia una gran puerta.

El niño abrió la puerta encantada ...

El niño dijo:
- Muchas gracias, árbol mágico, por mostrarme la puerta.

En el interior del árbol estaba todo muy, muy oscuro.

El niño dijo:
- árbol mágico, podría iluminarme, por favor.

El interior del gran árbol se iluminó y ante los ojos del niño apareció todo aquello que un niño pudiera soñar.

- Muchas gracias, árbol mágico.
Dijo el niño lleno de felicidad.

Pasó unas fantásticas y mágicas horas jugando y divirtiéndose en el maravilloso interior del árbol.

Cuando ya acercaba la hora de regresar a casa, salió del árbol mágico agradeciéndole el buen rato que había pasado y la lección recibida.
Con un fuerte abrazo se despidió del árbol mágico y saludó con la mano al extraño pájaro cantor y pensó que nunca más olvidaría que las verdaderas palabras mágicas son "Por favor" y "Gracias".

Mientras el niño se alejaba andando por el bosque pudo escuchar la letra de una nueva canción que el extraño pájaro cantaba:

"Gracias, árbol mágico,
vayámonos a otro lado,
para a otro niño
poder enseñar
que siempre
las verdaderas
palabras mágicas
se deben pronunciar.
Y así la magia vivirá"

Fin